Por Francisco Urrea Pérez
Desde el sendero
sin regreso
con los ojos prestos al
abismo
en un siempre y diluido tajo
no hacen falta espejismos para
envolvernos
Hay palabras perdidas en
el aliento
como un vuelo de verbos
anidados
en el nocturno rostro de una travesía.
Se alquila una memoria
Por
Francisco Urrea Pérez
La vida de sí no es sino su una monería
somos espectadores de nuestros mimos
bajo silencio de los telones.
Nuestra obra interna en un existir sin
eco
a veces vacía y hasta hostil
o llena de pinturas izadas sobre el humo
de un furtivo tren que jamás se vio.
"Como un faro vestido de eternidad" Francisco Urrea Pérez
Mella el paso
Por Francisco Urrea Pèrez
Encontrarme
cara a cara con mi otro rostro
como si
ese espejo mirase el paso ya anónimo
se deambula
en las profundidades de los mismos ojos
de
pronto francos y quizá marchitos
Son los
ojos en otrora con la mirada traída del infinito
como muriéndose en el tajo de la arena.
Fin
de año.
Por Francisco Urrea Pèrez
Las
muertes de cercanos
fueron
librando el sainete de fin de año
de los
abrazos ociosos
con su
vislumbre de ser el último abrazo
y la
muerte sigue y sigue abrazando
con su
cruda verdad teñida de alborada
con su
chapín ad portas del ocaso.
Charlas con la posada.
Por
Francisco Urrea Pèrez
La
posada es por horas, mientras llega el fuego
y la
sangre vuelve a su crudo cauce
Más
allá, los síntomas de un vuelo y la implacable despedida.
La
luna, por fortuna, levó un poco mis aguas y pude ver a través del eco de un
respiro el camino ya alado.
Me ando en
complacencia con lo vivido y con la palabra jurada del no regreso
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