Por
francisco Urrea Pérez
Vamos remando esta almadía donde la riada del destino es la muerte.

La muerte con ése calor humano en su propia humanidad que genera el alma, cuando ya quiere remontar el universo.
Y ese continuo sentir, se
anda.
Se anda con paso de escultor,
pintor, escritor, fotógrafo, músico y poeta.
Se transita con ese mutismo
alinderado con la pasión de los que así se atreven.
Ese andar se alimenta con
sus propios entresijos y con las miradas inconscientes de los fetichosos ojos cuerdos.
Es tan placido encontrar el
mundo que nos abandona en vida. Ese mundo salpicado de afectos y desafectos.
ANDALETRALIA es la cresta para
esas osadas almas apostadas en lo más alto de la condición humana, desde donde
se aventuran a alzarse más allá de su propio vuelo.
Por
Francisco Urrea Pérez
Voy a
entregar un epitafio a mi pecho
capaz de
verter ahí sordas lejanías
Regar
la soledad ya blanca
y
florezca pronto el olvido
sobre
el zaguán emplumado.
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