¡QUÉ TARDE, CON AROMA DE CAFÉ!



Por francisco Urrea Pérez

La tarde estuvo complacida
 de sentires
de abrazos con la vida en los encantos
con ríos de miradas inundas de sabor y piel
sin miedo a saberse de tiempos
con todos los rostros unidos en afectos
y la tarde rumiaba sus horas
y las horas se agolparon con risas y con aroma de café.




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Palabrar el alma

  La palabra, fuero de sentires con su pluma en almas. He aquí, ¡ANDALETRARIA! Francisco Urrea Pérez