MIENTRAS SE ROMPE EL PASO



Por Francisco Urrea Pérez
Ese, el aposento
mirante de desvelos y de sueños
de líneas urdidas con vidorrias
con abismeros lobos
con el hálito, dejado de sí,
entregado y suelto
como si espejeara su angustia
su humanidad vencida
con su almohada como un regazo
donde la tibia lagrima es caricia
que deviene como un cobijo en fuga
a ver si un sollozo, un canto o un silbo hipnotizante y amigo,
cohonesta con la nebulosa de desvaríos.
mientras  se rompe el paso.


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Palabrar el alma

  La palabra, fuero de sentires con su pluma en almas. He aquí, ¡ANDALETRARIA! Francisco Urrea Pérez